si como dice Deleuze en las clases sobre Spinoza "el
terror que infringe el tirano es la base de la tristeza colectiva" , entonces el tirano, sacerdote y el esclavo son posiciones tristes, pues su poder está
fundado en la tristeza de su propia impotencia.
viernes, 10 de mayo de 2013
jueves, 9 de mayo de 2013
Verdade Tropical- Caetano Veloso
Al maestro Renato dos Santos y a Rosana Tealdi
Lembro com muito gosto o modo como ela se referia a ele. Pelo menos ela o fez uma vez e isso ficou marcado muito fundo, dizendo: caetano, venha ver o preto que você gosta. Isso de dizer o preto, sorrindo ternamente como ela o fazia, o fez, tinha, teve, tem, um sabor esquisito, que intensificava o encanto da arte e da personalidade do moço no vídeo.
Era como se se somasse àquilo que eu via e ouvia, uma outra graça, ou como se a confirmação da realidade daquela pessoa, dando-se assim na forma de uma benção, adensasse sua beleza.
Eu sentia a alegria por Gil existir, por ele ser preto, por ele ser ele, e por minha mãe saudar tudo isso de forma tão direta e tão transcendente. Era evidentemente um grande acontecimento a aparição dessa pessoa, e minha mãe festejava comigo a descoberta."
do livro "Verdade Tropical" de Caetano Veloso
Me acuerdo con mucho placer el modo como ella se refería a él. Por lo menos ella lo hizo una vez y eso quedo marcado muy hondo, diciendo: Caetano, vení a ver al "negrito" que te gusta. Eso de decir "negrito" sonriendo tiernamente como ella hacía, o hace, tenía, tuvo y tiene un sabor exquisito, que intensificaba el encanto del arte y de la personalidad del tipo en el video.
Era como si se asomase aquello que veía o escuchaba, una otra gracia, o como si la confirmación de la realidad de aquella persona, dando se asi en forma de una bendición, espesaran su belleza.
Sentía alegría por Gil existir, por él ser "negrito", por él ser él, y por mi madre elegiar todo eso de un modo tan directo y tan transcentente. Era evidentemente un gran acontecimiento la aparición de esa persona, y mi madre festejaba conmigo el descubrimiento.
Del libro "Verdad Tropical" de Caetano Veloso. Trad. A. Saubidet
miércoles, 8 de mayo de 2013
jueves, 2 de mayo de 2013
Mejor no dudar (cuando la ficción supera la realidad Borda)
Yo les dije. Les dije a todos
ellos que esto iba a pasar, que nos iban a venir a buscar los azules. Yo les
dije, pero no me quisieron creer. Carlitos fue el único que me creyó, porque el
mudo siempre me cree. Él sabe. Carlitos sabe.
Yo veo que él anota. Hace bien en
anotar.
Escorta.
Yo les dije a los pibes que iban
a venir los azules hijos de puta. Yo sabía que iban a llegar. Nos vienen a
matar. Yo les dije, van a venir los azules y nos van a cagar a palos.
Escorta.
Yo voy a ser presidente y ellos
lo saben. Yo sabía que esto iba a pasar.
Tengo que buscar algo porque nos
van a cagar a palos
Les dije, yo les dije y Carliros
lo anotó. Yo lo vi. El mudo sabe.
Escorta.
Vinieron los azules hijos de
puta.
Nos vinieron a buscar.
Escorta.
Cobardes. ¿tienen la orden judicial? No
puedo creer que haya gente que se entrene para matar, que no vea más allá de
nada. Ni siquiera dudan ni dos minutos en a quién van a reprimir.
Están todos locos. Soy una
laburante como ustedes. Cobardes de mierda.
No pueden reprimir así, y tirar
contra nosotros, nosotros somos ustedes. ¿Quién los manda? ¿A qué órdenes
responden? Den un hombre, hijos de puta o también les cortaron la
lengua. Yo soy doctora, profesora, una laburante como ustedes.
El
hospital no los quiere. Así no los necesita. Se olvidan que este espacio es público, no pueden
permitirse ser empleados de cualquier patrón. Este espacio es público.
–No me agarres, Jorge. Ya me
ato los cordones, no me hinches las pelotas. Estos son todos unos cagones. Cobardes
de mierda. ¿Quién les enseñó a matar? Ya van a ver.
En sus miradas hay tanto odio e
indiferencia, parecen anestesiados. Ustedes también tienen miedo en la cara.
Miedo a lo que nosotros podemos sin tanto casco, ni tanta bala. Tienen miedo
detrás de esos escudos, por eso usan escudos.
No me
mires así que no te tengo miedo, miedo me tiene tu patrón que te manda a vos para
hacerme creer que tengo que tenerte miedo.
Tengo todo el guardapolvo
manchado de sangre y no te importa mientras tu uniforme parezca limpio. Detrás
de ese odio, de ese traje y de esa violencia, hay miedo. Un miedo y un
resentimiento por todo lo que no han podido en esta vida y lo que nunca van a
poder ser, porque ya no sienten.
Insensibles
de mierda.
No me mires así. Sos un
cobarde.
Y sí, les vamos a hacer frente
aunque nos maten, acá nos quedamos.
Del
hospital no nos sacan.
Tengo un calor debajo de este
casco y ¡este traje todo azul! El sol está que pela.
Este piso de mierda, casi me
tropiezo.
En la Metropolitana me dijo un
compañero (y fue el mejor consejo que me dieron) que hay que tener los cordones
siempre bien atados por si hay que correr. Hubiera preferido ser en este
momento un zángano como mi viejo. No tengo ganas de correr. Tengo calor.
¿Qué carajo hago en esta fila de
escudos, cascos y chalecos azules? Me duelen los pies. Estas botas son
insoportables. Ni sé a qué vinimos.
Así funciona el cuerpo al que
pertenezco: nadie sabe muy bien por qué está ahí, hasta que te hacés a la
fuerza, y una vez que entrás ya no podés salir. Así que vas a dónde te lo
indican y tenés que estar siempre atento por si te llaman. Hoy me toca venir y
la verdad es que, como dicen los jefes, mejor no saber, porque si uno se
detiene a dudar en la verdadera causa de cualquier orden, seguramente nadie de
nosotros la cumpliría en un principio; o sí, pero eso pasa cuando vienen de
familia de canas. Yo no vengo de una familia de canas. Vengo de un padre
zángano que siempre se cagó en mi vieja.
Pero bueno no tengo que dudar que
es mi viejo, tenemos la misma jeta.
Quien lo hubiera dicho…
El que era policía era mi tío. Yo
siempre creí que los policías son como la clase baja de los milicos. A los
milicos se los entierra en la Recoleta; a los canas, con suerte, en Chacharita.
A mi tío no le dio el cuero para ser milico y a mí me dio el cuero para ser
como mi tío (lo cual ya es mucho).
Mirá qué buena que está la minita
de enfrente. Lástima que hable a los gritos. Le queda lindo el guardapolvo, así
medio ajustadito. Yo le daría igual, cómo me calienta, aunque me corto las
bolas si la tengo en casa. Decí que contra la gente que manifiesta “no podemos
avanzar sexualmente”, que si no...
Bueno eso es lo que se dice.
No sé..., mejor no dudar.
Agustina Saubidet
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