La crítica más aguda es en general la más pausada, la que no grita, sino la de la voz daga; que argumenta desde la realidad desgarrada.
La crítica más interesante es la que funda su agudeza en el análisis de los pliegues históricos y genealógicos, pero ante todo siendo primera critica con la propia postura, antes que con nadie. Es decir, meramente leyéndose a sí mismo, para darse cuenta que no hay un tal sí mismo, como tampoco hay tal bien y tan mal, no hay dios, ni patria que nos salve, porque no hay tal dios ni tal patria, ni nada que salvar ... ¿y el arte? tranquilos, el arte flota siempre a través de los pueblos.
ASB
No hay comentarios:
Publicar un comentario