Aline tenía
mucho frío. Como el placard estaba abierto y Tryó parado, Aline le pidió desde
la cama que le pasara un par de medias
-¿en qué
cajón están las medias? - le preguntó Tryó.
Aline se
paralizó.
No logró
entender lo que le había dicho Tryó. Lo había oído pero no lo había
entendido, porque había escuchado otra cosa. Otra cosa mucho más linda.
-¿cómo? Perdón, no te
entendí -
-¿en qué
cajón están las medias?- volvió a preguntarle Tryó.
-¿Podés
repetir esa frase?- pidió
una vez más Aline
-¿en qué
cajón están las medias?-dijo
sorprendido, mientras se sonreía
-En el
cuarto cajón… agarrá cualquiera
–contestó Aline sin prestar demasiada atención a lo que estaba diciendo.
Aline se
quedé mirando el piso, boca abajo, con la mano izquierda
colgando; mientras Tryó abría el cuarto cajón y elegía alguna.
-¿Viste la
belleza qué decís cuando decís esa frase?- le comentó Aline mientras se
ponía las medias.
Tryó se dio
vuelta, la miró y se sonrió todo.
-¡¿en qué
cajón están las medias?! –repitió
Tryó en tono irónico; largando una carcajada abierta al mundo.
Aline se dio
vuelta, y se quedó mirando el techo, boca arriba, repitiendo con sus labios, en
susurro despacio, esa frase de Tryó, para entender su encanto; pero para ella.
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