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miércoles, 13 de octubre de 2021

qué no nos gane el resentimiento

 Sábado, tres y media de la tarde. Llego hasta la esquina de Av. de Mayo y 9 de julio. Café Martínez. Un masculino varón heteronorme claramente ebrio, desde la vereda de enfrente, sin conocerme, a los gritos me interpela mientras cruzo la avenida.

-¿Vos sos judía?
No contesté. Las damas solemos no contestar, así nos educan como damas. Seguí cruzando la avenida, justo en su dirección. Sentí miedo. Desvío para tomarte un taxi.
Sentí miedo.
Insiste aún más fuerte y con más odio.
-¿Vos sos judía? Sí, vos sos judía y kirchnerista.
Sigo callada.
Rápido me tomo el primer taxi que encuentro parado en la esquina. El ebrio varón heteronorme golpea el vidrio del auto con el puño, mientras grita: -vos sos judía, kirchnerista y te tomás un taxi con la plata del pueblo.
La taxista, venezolana ella, baja el seguro de las puertas del auto, dobla por avenida de Mayo y al llegar a Salta me dice:
“Estos se toman toda el agua ardiente y después el agua ardiente se los toma a ellos”.
Esa frase me hizo sonreír y pensar en muchas cosas. Entre ellas la naturalización de la agresión, el silencio de la gente en la calle (la avenida no estaba para nada desierta). Pensé, en el lugar de debilidad que ocupamos las mujeres que decidimos no estar acompañadas públicamente por ningún hombre que nos patrocine. Pienso en el resentimiento que habita en esos cuerpos con tanto odio y de lo que son capaces de hacer esos cuerpos resentidos. Pienso en la gente que votó a Milei. Son muchos.
Aun sigo con miedo en el cuerpo.
El avance del capitalismo produce esto también, locura y violencia.
Mi ya no tan querido buenosaires.

domingo, 5 de septiembre de 2021

La palabra ahí era una lástima

 Debería empezar por irme. 

¿Cómo uno empieza a irse?

¿Cuándo se termina de ir?

A veces, ni se llega a ningún lado que ya uno decide irse,

casi en silencio. Casi siempre.

La palabra ahí

pierde sentido,

como pierde sentido una ausencia

cuando ya no se la nombra ni con un recuerdo.

 

Quizás ahí uno ya se fue.

Se fue un poco del todo del que era ahí.

Dejó su orilla, pero aún no toca tierra firme,

navega.

 

En el medio

un silencio

de esos que habitan el mar

repletos de sonidos

como cuando la ola golpea sobre el barco.

Un sonido casi pulsado.

El agua chocando contra el borde de madera 

ya casi sin pintura

                     de tanto golpe.

 

Cuando el mar está así calmo, se habita un silencio.

Es lo único que ahí se deja.

 

Pero a veces el mar no está calmo.

Habita en él un silencio,

Pero de quietud previa al huracán.

 

Lastimar es una forma de irse, también.

Esa sí no consigue nunca el olvido.


y del mar 

nace la lava




sábado, 15 de mayo de 2021

A Luiz Bonfá

 

¿es que acaso una letra puede reemplazar una ausencia?

¿es que alcanza con nombrar T para sentir T, acá?

sin que a nadie moleste,

sin que a nadie le importe

T punto

 

Es extraño

Algo no te trae, aunque T. nombre

 

entonces

beso al aire de voz

lo que flota aun de imagen

de T.

a Me.

lunes, 19 de abril de 2021

Longinquas

 

Camino de otoño

Un horizonte plano

La luz correcta

El árbol justo

 

Cierro los ojos

ya sin perderme

el horizonte se aleja con vos

Creo ir hacia él

pero no hay nada de mí, ahí.

 

El sonido del paso,

a ritmo de atardecer,

es siempre como un deseo,

un deseo de no querer despedir el día

Esos momentos que uno hace largos

Y eternos,

Y luces,

y ocres,

naranjas,

se detienen sobre las hojas

y sus ausencias

y amoras aromas [1] y vientos

Y sus contornos

 

Y el último brillo,

                            también sobre los ojos

 

 

 

La noche se apronta

a despedir el día

no queda ya mucho tiempo de esa luz

esa que envolvía cada hoja

de cada árbol

de cada otoño

de cada calle

de cada domingo

 

A veces es triste

despedir los días

y sus luces de otoño,

es como el abrazo que se termina,

no porque uno quiera

sino porque el avión parte

 

Un atardecer es siempre una partida

un abrazo que termina,

un avión en la pista,

una mirada sobre la ventanilla

y una ausencia,

posada en cada nube

                                                             de cada otoño,

de cada domingo,

 

Por eso,

              a veces,

 

la noche caduca



[1] Al momento de escribir aromas, gracias a la dislexia, escribí amoras, si dudas neologismo filtrado del libro Versuras de Gonzalo Sanguinetti. Después escuché la combinación sonora entre la intención y el desvío.

martes, 31 de diciembre de 2019

Cromagnon 15 años depois


Cada año nuevo, desde hace 15 años, está teñido, para mí, de una tristeza que no puedo digerir. Después de lo de Cromagnon, a lo que no le diría jamás tragedia, todo tuvo otro color. A esos pibes no los mató el rock, los mató la corrupción y la ignorancia de todo un pueblo, un pueblo que se volvió manada. Tengo, de esas noches posteriores, millones de fotos en la cabeza que no expresan más que lo injusto.
El sonido indiferente de las bengalas por año nuevo, rodeando las calles de la Morgue, mientras los padres, familiares y amigos esperaban sentados en el piso, un calor que respiraba de asfalto… (pienso, lloro un rato en silencio. Me preparo un café).Hay fotos que quisiera no recordar y que jamás podré describir.
Hay otras que bordean lo traumático y que hacen de aquellos días algo más digerible.
El llanto de los bomberos que venían de Chacarita, eso no me lo olvido más.
Las corridas de los médicos de la Morgue con sus guardapolvos, buscando una marca de algo que no sea la muerte. Lo más humano que vi en medicina. El psiquiatra del SAME, su abrazo eterno y su cuidado. Las vecinas ofreciendo café y frutas. Huguito el aguatero de la cancha que tenía una generosidad tan simple y tan amplia; Pato que era psicóloga social y tenía más cancha que cualquiera para organizar y contener situaciones. Yo era la psicóloga de rulos, hasta que tuve un nombre y no me fui más de ahí hasta el 2 de enero. Tampoco volví a dormir tranquila durante varios meses.
Hace varios años, siempre que puedo, elijo no estar en Buenos Aires para estas fechas, lo siento inútil y terriblemente doloroso. Es como si las calles volvieran a ser, aquellas calles.
Para mí no tiene sentido hablar.
¿Para que fuiste a la morgue? Me preguntaban amigos, familiares y colegas, “ahí no se puede hacer psicoanálisis”.
¿Y quién quiere hacer psicoanálisis? No se puede no ir. No se puede festejar año nuevo en familia, como si nada, pensaba y sigo pensando. Qué inútil sacudir a zombis. Eso lo pienso ahora y lo voy a seguir pensando.
A veces siento inútil compartir este dolor; a veces, lo siento necesario, y otras, escribo poesía. Esta vez no.

A esas personas no las mató el rock, a esas personas las mató el capitalismo enquistado en todos lados: no había que perder guita, ¿viste?
Y lo más siniestro, el baterista, años después, mató a su mujer quemándola viva. Hay quienes dicen que son coincidencias; hay psicoanalistas que por suerte leemos otras cosas.


jueves, 12 de diciembre de 2019

A - té


Te escribí una carta diciéndote que te amaba
¿Me pregunto  cuántas veces escribí que amaba?,
que amaba por amarte.
Algo así

Estar con vos me hacía feliz.
Me aumentaban las ganas de vida
Eso para mí es amar
El resto es discurso

Yo no necesitaba que compitas, ni afuera ni adentro
Yo no quiero competir
no necesitaba que ganes para amarte
yo no quiero competir
festejo la potencia de lo alegre
y no, la tristeza del poder resentido y culposo
que necesita del menosprecio para existir
No vine al mundo para eso
Menos vine al mundo a hacerte feliz  
sólo se hace feliz a alguien si se lo puede hacer sentir
lo hace sentir,
sentirse…
eso no se busca
eso pasa entre dos cuerpos
en un abrazo
sólo ahí, a veces
y no siempre

Con vos era siempre
pero parece que eso no valía,
valió más el miedo
el miedo de reconocer
lo mucho que eso valía
eso del abrazo

No necesitaba que le ganes al mundo
Y menos que “la tengas siempre parada”  todo el tiempo
Eso es imposible
Y con el amor ya bastante de imposible
No sumemos idiotez

Me hacía feliz que vinieras
Aunque el mundo te doliera
Que vinieras a buscar eso que te hacía feliz
Un abrazo

Era eso sólo
El resto es discurso

No quiero que no me quieras olvidar
La memoria en esos casos es la peor manera de conservar lo perdido
Lo perdido bien perdido está

“El amor que muere es ilusión
Y la ilusión debe morir”
Te cante
Te cante las mil veces que lo canté
Como las cartas diciendo que amaba

Me pregunto  cuántas veces canté que amaba.
que cantaba por amarte
a te- ate-

Algo así


martes, 12 de noviembre de 2019

Duele el mundo
Su retrato más triste: su violencia
Sus resentimientos de clase
Su falta de lectura, “porque aburre leer”, dicen
Yo no les creo,
Creo que no quieren leer
Duele esta América
Cuya sangre se derrama hace siglos
Siglos de ejércitos y poderes religiosos
Dueños del saber y de sus cuerpos
Duele lo cíclico del naufragio y se admira su noble resistencia
El ejército contra la multitud, es tan cruel esa contradicción en acto en nombre de "LA Democracia"
¿Quién puede entrenarse para matar?
¿Quién puede dar órdenes de reprimir?
“Un bárbaro es ante todo aquel que cree en la barbarie”, decía Lévi-Strauss y yo le creo
Duele el continente y su dolor no sabe de fronteras
Borra inclusive las de mi cuerpo
Todo duele cuando el pasado,
más allá de sus breves diferencias,
se repite una y otra vez igual.
Violencia contra los cuerpos originarios, indígenas, color mate, de piel brillante
Hay días que siento vergüenza de ser blanca, tan “académicamente” blanca,
en este continente tan mestizo
y a veces tan ignorante, y tan cruel

jueves, 3 de octubre de 2019

A veces cuando llueve en buenos aires


Hay lluvias más lluvias que otras.
A veces las lluvias se derraman,
otras veces, simplemente cae agua
y me alegro,
sencillamente me alegro.
La tierra se humedece.

Camino pensando que el cielo de noche, cuando llueve, es mucho más lindo.
Tiene un color que se acerca a un rosa viejo, oscuro
se acerca, pero no lo toca
a veces
brilla.
Hoy es uno de esos días.

Saco la cabeza por la ventana y vuelvo a mirar ese cielo que queda tan lejos,
muchos siglos después de los edificios.
Prefiero sentir al cielo un poco más cerca,
por eso amo el campo

A veces, el ruido de la lluvia es tímido.
Si no fuera por las hojas de las plantas, ni se lo oiría.
Riega
sin embargo,
un trazo silencioso sobre cualquier superficie que toca.

A veces llueve en buenos aires
Y me gustaría que el cielo
esos días
quedara un poco más cerca
Y el cuerpo, un poco más lejos

jueves, 1 de agosto de 2019

Deleuze-Guattari-Lacan-Nietzsche políticas de goce


Una vez por mes, hasta diciembre en el centro de salud nº1 (CABA) estaremos hablando de Deleuze-Guattari, Lacan y la clínica, tensiones y diálogos. El encuentro del 8 de agosto vamos a centrarnos en el Nietzsche de Deleuze a partir de las politicas de goce que el capitalismo inscribe sobre los cuerpos y sobre eso llamado sujeto! hermosa invitación! Gracias

viernes, 14 de diciembre de 2018

Mirá cómo nos ponen


Cuando investigaba sobre el incesto a lo largo de la historia, me preguntaba qué harían las mujeres antes de que se crease la justicia moderna occidental frente a los casos de violencia. Con gran alegría, en el Calibán y la bruja de Federici encontré que, en la Edad Media, frente a la violencia del hombre, era la comunidad de mujeres quienes salían a defender a la mujer violentada.

El movimiento de la manada de mujeres se rige por la resonancia de un sentir; eso que Freud llama, y que tan despectivo se enseña, como algo medio berreta: “la identificación histérica".
Me pregunto mientras condimento la ensalada ¿qué diferencia a la sororidad de la cofradía fraterna? (y sí, no da ni para comunidad)

Concluyo: entre hermanos se compite; entre hermanas se resuena amorosamente.

Me pregunto si algún día podrán, si podrán algún día solidarizarse con el dolor ajeno, pero sentido como propio. En fin, me pregunto, si algún día la cofradía fraterna podrá amar más cercanamente a lo digno. 
Claro que hay hombres dignos, pero son los menos. Hay también dignos tapados que piensan que sentir es de “minita” y que del débil sólo hay que abusarse. Claro que hay mujeres que eso también lo hacen, pero son las menos. Fraternas del sistema.

Me pregunto si algún día podrán… a mi me duele que no puedan, que no estén educados para sentir o mejor dicho, para darle un sentido a ese sentir, un valor, un valor no plusválico, ni siniestro.

Me pregunto si algún día podrán transformar tanta MIERDADOLOR en poesía.

Y sí, mirá cómo nos ponen…

Diciembre, 2018 ASB

viernes, 10 de agosto de 2018

¿qué las sacará de ahí?



Volví a Jujuy casi 30 años después. Ya no había niños que se pegaran al auto llenos de mocos en la cara, pidiéndote plata, ni tampoco tantas mujeres ancianas vendiendo tejidos artesanales que ofertaban a casi nada. Ahora tenían negocios. Me acuerdo que en aquel viaje de mediados de los 80’ por Jujuy, mi madre compró de todo y luego de cada compra, cuando volvía al auto, se le llenaban los ojos de lágrimas. A papá no. Estas cosas no lo hacían llorar. Rara vez lloraba. Yo aun recuerdo la cara de esos niños detrás de la ventanilla y su frente pegada al frío.

Jujuy ya no era igual ahora. Se la veía menos pobre y mucho más occidentalizada. La belleza de las montañas y su luz, seguía igual, como el cementerio de Maimará y su montaña detrás. Eso sí. Aprendí que la artesanía que se industrializa, se vuelven chuchería.

A veces en el mercado de Tilcara me detenía a ver a las mujeres y a los hombres que vendían sus papines, sus condimentos, sus yuyos, sus chucherías y la ropa buena, de oferta, que provenía del sobrante de los EEUU. Mientras tanto, observaba su quietud y me preguntaba si serían felices; si sería verdad la alta tasa de suicidios en Jujuy; o la cantidad de casos de incesto.

En la tranquilidad de un pueblo mientras se camina, se piensa.

De chica imaginaba que las montañas que rodean Tilcara eran como dinosaurios dormidos. Hoy sigo pensando lo mismo.

Me entero de muchos dolores históricos. De muchas hipocresías injustas, viejas y actuales. Luego entiendo que tenemos el Senado que merecemos.

Hablar con Segato no me alivió, me inquietó aún más; pero me sentí menos sola.

Mientras conversamos en el mercado una mujer agarra de la oreja fuerte a su hija y la lleva arrastrándola. Segato reacciona como me hubiera gustado reaccionar a mí. Le grita a la señora. Hace evidente el exceso de poder de esa madre con su hija.

Rita le dice a los gritos delante de todos que la va a denunciar.
Le duele tanto como a nosotros tres. Sólo que ella se animó a decir algo frente la injusticia; y por eso la admiro.
Yo aún no puedo.

Recuerdo a otra mujer, en un comedor en la calle que compartimos en la base del Hornocal, esa mujer de unos 30 y algo que su marido la tuvo encerrada durante años, que sólo la dejaba ir a trabajar al mercado. La tenía presa, dijo. Luego le salieron alas y voló.

Se notaba, por la charla, que había sufrido mucho y que esa llaga posiblemente tardara siglos en curarse. Eso se notaba por su silencio y su mirar para abajo. Fue a la psicóloga, pero ahora no puede ir porque le queda lejos y tiene que trabajar y tiene cuatro hijos. Dos de ellos trabajan. La hija mujer es doméstica. Ella cuenta que vivió un tiempo en Liniers pero que a los meses volvió. Era adolescente y ya sabía lo que era amar la tierra.

A veces uno no sabe qué hacer con tanto dolor. La iglesia evangélica parece ser un buen sostén y aunque injusto que parezca, sostiene. Al menos a ella. Es fácil criticar el discurso religioso cuando no hay hambre ni miedo por la propia vida.

Pienso que es difícil recuperar lo perdido.

A veces lloro y no se ve. Los anteojos oscuros ayudan.

A ella la miré a los ojos y le sonreí.

Después conocí a Magalí. Otra mujer de unos treinta y nueve, sola, que salía del alcoholismo y actualmente es explotada por otra mujer que la hacía trabajar vendiendo empanadas con una comisión para ella de $20 la docena. Cada mañana o tarde temprana que salí a caminar, me la cruce a Magalí en una misma esquina, bajo el sol. Hablé siempre que pude con ella un ratito. Le desee suerte en el médico, parece que anda con una hernia de disco.

Magalí ya no tomaba. Ahora era explotada por otra mujer.

Me pregunto ¿qué la sacará de ahí?

Me pregunto qué hombre podrá hablar así de otros hombres así de lastimados por el sistema.

¿Qué nos hará salir de ahí?

Cada 1 hora, mueren en Argentina 41 mujeres.

Mis pares, tus pares, nuestros pares. Siempre impares


ASaubidetB

lunes, 2 de abril de 2018

Hélene Cixous, La Risa de la Medusa

"iDónde esta ella?
Actividapasividad,
SoL/Luna,
Cultura/Naturaleza,
Día/Noche
Padre/Madre,
Razón/sentimiento,
Inteligible/sensible,
Logos/Pathos.
Forma, convexa, paso, avance, semilla, progreso.
Materia, cóncava, suelo -en el que se apoya al andar-,
receptáculo.
Hombre
_______
Mujer
Siempre la misma metáfora: la seguimos, nos transporta, bajo todas sus formas, por todas partes donde se organiza un discurso. EI mismo hilo, o trenza doble, nos conduce, si leemos o hablamos, a través de la literatura, de la filosofía, de la crítica, de siglos de representación, de reflexión.
El pensamiento siempre ha funcionado por oposición
Palabra/Escritura
Alto/Bajo
Por oposiciones duales, jerarquizadas. Superior/Inferior. Mitos, leyendas, libros. Sistemas filosóficos. En todo (donde) interviene una ordenación una ley organiza lo pensable por oposiciones (duales, irreconciliables; o reconstruibles, dialécticas). Y todas las parejas de oposiciones son parejas. ¿Significa eso algo? El hecho de que el logocentrismo someta al pensamiento todos los conceptos, los c6digos, los valores, a un sistema de dos términos, ¿está en relación con «la» pareja, hombre/mujer?
Naturaleza/ Historia,
Naturaleza/ Arte,
Naturaleza/ Espíritu,
Pasión/ Acción,
Teoría de la cultura, teoría de la sociedad, el conjunto de sistemas simbólicos -arte, religión, familia. lenguaje-, todo se elabora recurriendo a los mismos esquemas. Y el movimiento por el que cada oposición se constituye para dar sentido es el movimiento por el que la pareja se destruye. Campo de batalla general. Cada vez se libra una guerra. La muerte siempre trabaja.
Padres/hijos: Relaciones de autoridad, de privilegio; de fuerza
Logos/Escritura: relaciones de oposición, conflicto, relevo, retorno
Amo/Esclavo: violencia. Represión" 

Helene Cixous, La Joven Nacida

martes, 13 de febrero de 2018

Saudades do Carnaval

O carnaval nasceu 
pra bater no coração das pessoas
Mas o batida feita 
é a batida da terra, 
não dos homens

viernes, 2 de febrero de 2018

Memorias para Volar

Investigar es como hamacarse, para llegar más alto adelante es necesario buscar ese mismo punto de altura (destello singular) en el pasado, si no, no es posible el envión. 
A veces algunos malos intérpretes de algunas disciplinas sólo miran para adelante (para el mercado) creyendo que ahí está todo. El destello de la historia habla del punto más alto de nuestro futuro más próximo.  ASB

jueves, 31 de agosto de 2017

Mapuche Vs. Benetton

Patagonia Argentina, ¿tierra de nadie?, ¿de todos?, ¿de ellos?, ¿de nosotros?

América, entre otras tierras, ha sido construida sobre cadáveres. Sé que decir esto puede sonar fuerte e injusto, pero así suelen ser las realidades que no podemos cambiar.
Caminamos sobre cementerios humanos en gran parte sin lápidas, ni ceremoniales, ni memoria: gente torturada, asesinada a mansalva sin razón y sin recuerdo.
Sin embargo, como suele ser este continente lleno de contrastes y contradicciones, el origen de la mayoría de los actuales habitantes de Argentina corresponde a los mismos asesinos de esas civilizaciones.
En el medio de toda esta historia, la culpa, las disculpas y el respeto se desvanecieron pues aunque el discurso oficial “legalmente” ampare los derechos de los indígenas (ver nota al pie Constitución Nacional Argentina artículo 75 inciso 17[1])  al parecer esto no alcanza para que el Estado Nacional Argentino los represente. La dura realidad actual nos muestra que los sobrevivientes de las culturas precolombinas son sencillamente discriminados en medida por el resto de la población.
En sistema político argentino se caracteriza por decirse democrático y representativo. Toda la población -y digo toda, pues en Argentina el voto es obligatorio-, delega un trozo de su poder a un representante, que, como sabemos, sólo representa a una parte de la población: en su mayoría urbana, blanca, occidental- judeocristiana.
Mientras en épocas de las presidencias de C.S.Menem (1989-1999) nuestro país procedía a un vaciamiento sistematizado de las empresas estatales -junto con la venta indiscrimidanda de territorios fiscales nacionales en manos ahora en muchos casos de extranjeros y la apertura irrefrenable de las importaciones garantizando las quiebras de inmunerables empresas nacionales, entre otras cosas- grupos multinacionales tales como el de los Benetton[2] procedían a la llenarse sus “magros” bolsillos al mismo tiempo que la cegada  población argentina veía en sus nuevos televisores importados de 48000 pulgadas, comprados en cómodas cuotas, los “generosos, progres y verdes” comerciales de la famosa marca de ropa vendiéndonos, entre buzos y pantalones: la multiglobalizada IGUALDAD DE RAZAS (quizás el grupo Benetton tenga razón y todos somos “igualmente EXPLOTADOS” ante la ley de los grandes grupos económicos, ¿no? ¿de eso se tratará la igualdad? Haberlo sabido antes y nos hubiéramos ahorrado varias revoluciones, conquistas y demás guerras. ¡Al menos voy entendiendo de lo que se trata la historia!).
En problema principal sin embargo, a mi entender, no radica solamente en la presencia de  grupos multinacionales, sino en la AUSENCIA total de un Estado que realmente represente los derechos de sus habitantes.
En la actualidad, la comunidad Mapuche, como muchas otras comunidades indígenas, intenta recuperar sus tierras, hoy en manos de estos grupos multinacionales o grandes terratenientes que los acusan de usurpadores y de mentirosos; mientras que el poder judicial sigue representando los intereses de los grandes capitales, olvidándose una vez más de “hacer justicia”.

Tierras que han sido de ellos y ellos han sido, son y serán de esas tierras.
Mapuche significa tierra de la gente, la tierra para los mapuches, como para muchos otros pueblos, es su identidad. El hombre es parte de la tierra, así como la tierra es parte del hombre. Una tierra que por diversas circunstancias ha sido campo de batalla y testigo silenciosa de tantos asesinatos y mutilaciones. Una tierra que ellos aman, respetan y veneran con mucha más altura que muchos pueblos “huincas” (blancos o pueblo extranjeros para los mapuches)
Esta forma de significar la tierra en tanto “tierra comunitaria” es bastante difícil entender dentro del discurso occidental basado en la propiedad privada ya que no existe en este discurso una figura jurídica que pueda representar esto. Por otro lado, la misma comunidad mapuche no posee la categoría occidental de “propiedad privada”, razón por la cual se vuelve aún más difícil poder defender su “tierra-cominitaria”.
Tuve la oportunidad de presenciar una charla de la comunidad mapuche realizada en el Centro cultural de la Cooperación en Buenos Aires [2003] y hubo una frase que realmente me quedó grabada: “la lucha es ocupar territorio para LIBERARLO
¡Qué diferente y lejano parece esto frente al espíritu conquistador del discurso occidental que nos impone una acumulación irracional e impulsiva de bienes! Nos han enseñado desde chicos a acumular, a retener sin sentido, a sumar y a contar, a conquistar sin límite. Jamás hemos realmente aprendido a liberar, compartir, hacer circular lo que “hemos conquistado”, que en realidad es de todos como un acto sentido, desinteresado.
Se abre sobre este punto millones de interrogantes, ¿como defender lo propio frente a un otro que no concibe la realidad de la misma forma? ¿qué ley nos hace falta construir para que estas injusticias no se prolonguen por más tiempo? ¿cómo luchar con las mismas armas y medios que en realidad jamás nos representaron ni nos defendieron? ¿cómo plantear una “unidad nacional”, si a la hora de defender nuestra identidad las lanzas una vez más nos atraviesan?
Como algún Mapuche dijo, “esta lucha la empezamos nosotros, tal vez la tengan que seguir mis hijos y mis nietos, pero estoy segura de que al final vamos a volver.”
La lucha no es de ellos contra alguien, tampoco de un sistema contra otro, de lo que se trata es de hacer justicia.
La lucha ahora se ha vuelto un compromiso de todos, para todos, por ella, por la TIERRA, para LIBERARLA...




[1] Articulo 75 Inciso 17 de la Constitución Argentina: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisibles ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”

[2] En la actualidad [2003] el Grupo Benetton posee aproximadamente 900.000 hectáreas, es decir 40 veces la ciudad de Buenos Aires; 85 veces Paris, distribuidas a lo largo de varias provincias de la región Patagónica.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Tonalidad: rastros de saudade

cuando un amor se basa en la forma sonora de lalangue, el intento de su olvido sólo deja rastros de saudade

miércoles, 28 de junio de 2017

Lo peor del capital es la comodidad y la creencia de que todo es igual, por no tener la educación para entender las diferencias. Un alumno no es igual a un maestro; un hijo no es igual a un padre. Un burgués no es igual a un proletario. El burgués nunca sintió hambre. 

Besitos...buenas noches!

asb

martes, 11 de abril de 2017

"del tiempo del acto surge el espacio". Del acto de cortar la superficie surge otra forma VER Suely Rolnik hablando de lygia clark 25:00

zuely micropoliticas del pensamiento

viernes, 10 de febrero de 2017

domingo, 29 de enero de 2017

El clima y sus ecuaciones

Siempre creí que el clima reflejaba el estado de nuestra relación: chaparrones aislados, siempre frío, aun en verano; húmedo y pesado, en invierno.
Siempre le decía que cuando nos veíamos dejaba de llover. El me decía que era una chamujeira. El sabía de mi amor por Brasil, que esta altura es innegable para cualquiera. Como es innegable que desde hace un año y medio, el clima de Buenos Aires va de horrible a raro, como si se hubieran borrado las estaciones y ahora diera todo igual.
Antes, al menos cuando nos veíamos, el clima se acomodaba después de largas lluvias y chubascos aislados. Después claro…Salía eso llamado sol, que cada vez salía menos.
Es como la humedad constante, te terminan doliendo todos los huesos, te cansa, te pone ‘grande’, pesado, las cosas se vuelven lurdas, ya no pueden ser leves.
Pienso todo esto mientras me maquillo y sueño con que alguna vez esta cábala del clima termine.
Hoy nos tocó un buen día y es raro porque venía la cosa complicada como para que no lloviera. Cuando vi el sol pensé, ‘qué raro y eso que ya no estamos más juntos. Como si el sol supiera’.
Yo sigo creyendo que el sol sabe.
Pienso que alguien tiene que saberlo, a parte de mí. El no creo porque él no cree, nunca creyó. Chamusheiro.
Yo sabía que eso era así…
Sigo pensando que mientras siga triste el clima seguirá igual de perdido. Lo sé.
Sé que suena un poco egocéntrico, pero así es el sentir.

Salgo de casa, el sol parece confirmar que aún la cosa no está tan muerta.
Camino hasta parque Las Heras. Han pasado 5 minutos de la hora acordada. Me siento en el banco, pienso: ‘Lo único que tengo que devolverle es el caracol que me regaló. Siempre pensé que estaba engualichado. Prefiero dárselo. “
Durante dos años el caracol estuvo en agua, en una pirex de vidrio, junto con un millón de piedras de colores regaladas del mundo y algún que otro gajo de potus casi muerto, que renacía entre tanto mineral.
Triste el destino del caracol. Mírenlo, ahora, envuelto en un papel de diario, sobre un banco de plaza a unos 60 centímetros de mi pierna. No quiero ni abrirlo.

Empieza a correr un viento fuerte, toda la arena de la plaza parece venir hacia mí. Me duelen los ojos. Me los limpio me los rasco. No puedo ver mejor.
Tengo que acordarme de pedirle la plata del pasaje.
No seas cobarde, me digo.
Me parece miserable pedírselo y una vergüenza recordárselo.
A veces pienso que es mejor no ver nada más.



Nunca llegó el sol. Parece que se le inundó el barrio y no pudo salir, entonces no pudo llegar, así que…
Nunca le contesté
Miré el caracol y el papel de diario que lo envolvía. Alcanzo a leer que las políticas neoliberales volvieron y la desocupación…
Me levanté del banco un poco perdida, no sabía dónde ir.
Es verdad, ya no dolía tanto, ¿el caracol estaría engualichado? Me pregunto mientras subo por un caminito de la plaza.
En el trayecto hice una ecuación simbólica: pasaje = caracol que se robó = 700 pesos devaluados a dos años de aquel viaje; lo que equivale a comprar dos buenos libros.
Conclusión: acabo de perder $ 1400 pesos devaluados o es su defecto una lógica del sentido y una Diferencia y repetición.
Me fui riendo.
Me fui más leve.
Aunque la lluvia de después

                                                                                               fue bem mais forte.

domingo, 22 de enero de 2017

Las garzas blancas

Luego de un largo dolor, sólo queda un silencio.
La calma se vuelve de una necesidad tan vital, tan presente.
Cerró los ojos. Era una técnica que solía usar para intentar creerse que así lo querría más. En realidad no es que no sintiera, era que deseaba sentir otra cosa.
Miró hacia la laguna.
Ahí estaban como siempre las muchas enormes garzas blancas, elegantes de vuelo y de pose posada. La luz de las cinco les quedaba perfecta. Todas se veían rosadas, tornasoladas, como flamencos…
Ahora veía esa misma imagen, pero desde otro lado, desde el otro borde de la laguna (si es que una laguna tiene otro borde) Era la calma después de tanta ausencia, era no querer hablar porque eso no cambia el dolor. Lo escurre. A veces. Con suerte.
De repente flotando sobre las piedras apareció la imagen de ese hombre, ese ese cuello - hombro del que había respondido todos sus porqués y sus sombras.

Se obligó a cerrar los ojos. El viento le recuerda que hace frío porque está húmeda, que el abrazo no alcanza, que ella no quiere ese abrazo. Este abrazo consuela, pero no abriga ni se extraña, es un abrazo más anónimo, más tibio… más breve.
Podría no estar ahí
Quisiera quererlo estando más seca y con menos cicatrices. Quisiera quererlo rítmicamente, que es una de las formas más auténticas del querer, las que no dicen nada más que lo que dice un abrazo que se extraña rítmicamente.
Quisiera pensar que pronto la cosa se va a ir.
Del cuerpo sobre todo.

Vuelve a mirar las garzas. Aún son rosadas, un poco más oscuras porque el sol de las cinco y diez vuelve de a poco las cosas más oscuras.
Todo va tomando un reflejo anaranjado.
El color verde de esos árboles es el que más resiste. Lleno de garzas blancas rosadas, más oscuras. De a poco.
De la otra orilla, allá junto a aquel otro abrazo, todo parecía más eterno. Más detenido, pensó
Pocas veces en la vida había sentido la certeza de estar viviendo mientras vivía. De estar sabiendo que ese momento que se transita es único, y que de tan intenso, jamás se repetiría de perfecto.

No eran las garzas flamencas rosadas, que colgaban de aquellos árboles en el medio de la laguna.
No eran las garzas.

Era sentir.


Olía su perfume. Despacio.
Los cuellos se huelen despacio.
Así no se olvidan.


Y de a poco se evaporan

domingo, 15 de enero de 2017

Sonoridades y resonancias, el canto al decir esa frase

Aline tenía mucho frío. Como el placard estaba abierto y Tryó parado, Aline le pidió desde la cama que le pasara un par de medias
-¿en qué cajón están las medias? - le preguntó Tryó.
Aline se paralizó.
No logró entender lo que le había dicho Tryó. Lo había oído pero no lo había entendido, porque había escuchado otra cosa. Otra cosa mucho más linda.
 -¿cómo? Perdón, no te entendí -
-¿en qué cajón están las medias?- volvió a preguntarle Tryó.
-¿Podés repetir esa frase?- pidió una vez más Aline
-¿en qué cajón están las medias?-dijo sorprendido, mientras se sonreía
-En el cuarto cajónagarrá cualquiera –contestó Aline sin prestar demasiada atención a lo que estaba diciendo.

Aline se quedé mirando el piso, boca abajo, con la mano izquierda colgando; mientras Tryó abría el cuarto cajón y elegía alguna.
-¿Viste la belleza qué decís cuando decís esa frase?- le comentó Aline mientras se ponía las medias.
Tryó se dio vuelta, la miró y se sonrió todo. 
¿en qué cajón están las medias?! –repitió Tryó en tono irónico; largando una carcajada abierta al mundo.

Aline se dio vuelta, y se quedó mirando el techo, boca arriba, repitiendo con sus labios, en susurro despacio, esa frase de Tryó, para entender su encanto; pero para ella.


martes, 13 de septiembre de 2016

El únun caso

El únun caso.
1998- Independencia. Martes 21:30
Si el pasaje de la naturaleza a la cultura está dado por la prohibición del incesto… aquella frase de Levi Strauss quedó resonando en mi cabeza, y se volvió un rith-hornero… entonces, entonces…
Entonces, se cayó un Benveniste y sus abejas, y entonces Foucault, emanación Foucault, rayo que te parte al medio.
Ya nada fue igual
Duras y la escritura; el arte, lo chino y japon lo inmanente, entonces la música, la Obertura, entonces Mauss, su don, un don, un son. Félix y Gilles.
Un mito.

Lacan no podía quedar afuera de ese bacanal. Esto yo ya lo sabía, por la clínica y por Claude, que no es ni Jacques ni Alain, es Clod.
La disputa con los deleuzianos no es menos cruel e injusta, tal vez sea menos religiosa, menos edipica, pero es más resentida, sobre todo con Jacques quien queda excomulgado del campo de lo sensible por mera portación de apellido.
Blanchot gana la Bataille, siempre.
Entonces me silencio.
Me duelo.
Me duele que aún los deleuzianos no sepan leer en ellos la canallada del capital, de algunos, no de todos. No es menos agresiva la agresividad de una mujer, es distinta por una cuestión de discurso y de realidad social, esa que siempre parece pareja, pero arranca con una desigualdad de base, la fuerza de los cuerpos. Y esto ya lo advertía Derrida. Foucault, Deleuze, Guattari, devenir niño, devenir mujer, devenir animal,
Devenir Africa, cuero
Las brujas y las sirenas saben de esto.
Eso también es discurso.
El problema es el valor que se le otorga a la fuerza del cuerpo, claro está en términos de fuerza de trabajo en tanto mercancía.
“Nunca se sabe de lo que un cuerpo es capaz…”
Hay otras fuerzas que se mueven imperceptibles. Casi…
Ya lo decía Nietzsche, el resentimiento no es vital, es una de las formas de coagulación del sentido, vuelto ser más tiránicas y burlonas que existen. Así, se aniquila el deseo y desresponsabiliza al sujeto en la singularidad.
Unos, por ignorantes y distraídos dormilones; otros, por resentimiento religioso.
El tirano, el sacerdote y el esclavo son los nombres más tristes del padre
El hipismo eterno es tan detestable como la newrizomatic generation.
Que no haya un padre amoroso no quiere decir nada más que eso…
Eso quiere decir mucho también.
Pero para los dos lados, incluye todo el conjunto del faLOGOcentrismo. La falta de amor del padre se siente hacia los dos lados. Sólo que algunos se esclavizan; otros se resienten.
El arte, si llega, como el amor, son ya su reparación, o quizás al menos una vía de desbroce para que la trilha comience a ser trilha armando trazos, trayectos, tramas.
El sinthome es de cada cual, me quedó clarísimo y ahí cada uno inventa lo que puede, a veces más alegre a veces más triste, pero sinthome a fin de cuentas, que mantiene el ecosistema del tres bastante enfiladito…hasta que…
Llegó la clínica, donde las cosas nunca cierran.
Era ya por el 2004 lo recuerdo bien.  Derrida y su muerte: una de las clases más difíciles que tuve que dar. Me dolía todo un mundo aquel octubre…aquel mundo Derrida y la certeza de su ausencia. Ese octubre, la profundidad de su mirada se volvió pagana por siempre…
Hay personas que creen que hace falta que algo falte para que entonces no sé qué cosa…Me cuesta creer que ese sea el único camino.
 “Si hubiera inventado mi escritura lo habría hecho como una revolución interminable. En cada situación hace falta crear un modo de exposición apropiado, inventar la ley del acontecimiento singular, tener en cuenta su destinatario supuesto o deseado; y al mismo tiempo pretender que esa escritura determinará al lector, el cual aprenderá a leer (a “vivir”) esto, que además, no estaba habituado a recibir. Se espera que renazca determinado de otro modo: por ejemplo, esos injertos sin confusión de lo poético sobre lo filosófico o ciertas maneras de usar los homónimos, de indecidibles, de estratagemas de la lengua –que muchos leen con confusión para ignorar su necesidad propiamente lógica.”Derridá
Lloro su muerte.
Aún me duele - y sé que este dolor no lo entiende casi nadie. Por eso lloro-.
Lloro, porque no sé lloverme.
Por eso La escritura de Duras también es la noche. Ritornello duras: el piano paño tecla amarilla, las manos que ya no tocan.
Escribir.
Quien escribe sabe de lo imposible del tiempo; quien escribe sabe lo inútil del camino, a veces… como de la itálica
Cantar no es citar.
 Cantar es otra cosa…
El canto duele. Sale carraspeando.
Desesperado busca su sólida salida.
El lamento dice de lo evaporado, por eso se acerca tanto a la escritura.
Aunque sea inútil, algo se libera.
No escupe un nombre, escupe otra cosa.
Un richimu

Hasta aquel momento meras hipótesis.
“el pasaje de la naturaleza a la cultura está dado por la prohibición del incesto”, por lógica, y no por gramática.
Entonces….
“A felicidade do pobre parece,
a grande ilusão do carnaval,
a gente trabalha o ano inteiro
por o momento de sonho pra fazer a fantasia
de rei ou de pirata ou jardineira,
pra tudo se acabar na quarta feira,
tristeza não tem fim,”

Entonces... es triste darse cuenta que la nube no está hecha de algodón, sino de nube
Ya no creo en la palabra paz…

“Según la forma de andar de cada cual se puede saber si ha encontrado su camino. El hombre que se acerca a su objetivo ya no camina, baila.” Nietzsche, Más allá del bien y del mal.


FIN
PS: ¡Ja! cuando releí el escrito, en vez de andar, leí ¡anudar!
Ser disléxica para la academia ha sido y es un gran problema, pero para la música o para las letras es una gran ventaja. A veces me encuentro diciendo algo que simplemente en su equivoco encuentra y concluye ahí.

El arte anuda lo que duele